Guiso de conejo con picada
Volvemos a la cocina con un guiso tradicional y muy casero de conejo. La carne de conejo es una de las carnes típicas de nuestra Dieta Mediterránea y está presente en muchas de las recetas tradicionales como el conejo al ajillo (una de nuestras preferidas) o la tradicional paella valenciana, además de estar presente en las más innovadoras, por sus cualidades nutricionales, y por ser económicamente muy asequible.
La carne de conejo es ideal para mantener una dieta variada y equilibrada, que puede ser consumida 2 o 3 veces por semana, por ser una carne magra baja en grasas que aporta proteínas de alto valor nutricional y vitaminas del grupo B, fósforo, selenio y potasio.
La carne de conejo es ideal para mantener una dieta variada y equilibrada, que puede ser consumida 2 o 3 veces por semana, por ser una carne magra baja en grasas que aporta proteínas de alto valor nutricional y vitaminas del grupo B, fósforo, selenio y potasio.
INGREDIENTES (4 personas)
1 conejo
1 cebolla
1 puerro
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
2 zanahorias
2 patatas
2 cucharadas de tomate frito
1 diente de ajo
1 vaso de vino blanco
caldo de ave
aceite de oliva virgen extra
tomillo
romero
sal
pimienta negra
1 cucharada de perejil fresco picado
Para la picada:
1 rebanada de pan
el higadito de conejo
1 cucharada de almendras o avellanas
2 dientes de ajo
1 vasito de caldo de hacer el guiso
sal
pimienta
ELABORACIÓN
Preparamos todos lo ingredientes antes de cocinar: troceamos el conejo, pelamos la cebolla y la cortamos en daditos; quitamos las semillas y pendúnculo de los pimientos y los troceamos en daditos, como la cebolla; cortamos la parte blanca del puerro y la cortamos en rodajas; pelamos y picamos el diente de ajo; pelamos las zanahorias y las cortamos en rodajas finas; pelamos las patatas, las lavamos y las chascamos en trozos no muy grandes (así soltarán el almidón cuando cuezan y ayudarán a que el caldo quede más espeso).
Para la picada, pelamos los dientes de ajo y los freímos en aceite de oliva, hacemos lo mismo con la rebanada de pan y las almendras.
Para hacer el guiso, salpimentamos y sofreímos el conejo en una olla con aceite de oliva hasta que esté bien doradito, y lo retiramos a un plato (reservamos el higadito para la picada); en la misma olla añadimos el ajo, la cebolla y el puerro, lo pochamos bien y añadimos la zanahoria, cuando esté blandita, le añadimos las dos cucharadas de tomate frito, removemos bien y vertemos el vino blanco junto con el tomillo, romero y pimienta negra; dejamos reducir el vino un par de minutos y añadimos el conejo reservado y las patatas chascadas; damos unas vueltas a todo el guiso y añadimos el caldo de ave cubrir. Dejamos a fuego fuerte hasta que hierva y luego bajamos el fuego hasta que las patatas estén hechas, unos 15 minutos, dependiendo del tipo de patatas
Mientras hacemos la picada: machacamos en un mortero el hígado del conejo, la rebanada de pan frito, los ajos y las almendras (podemos hacerlo en una picadora o batidora); añadimos el vasito de caldo del guiso del conejo y un poco d aceite de oliva.
Añadimos la picada al guiso de conejo, removemos bien, dejamos que cueza unos 5 minutos y retiramos del fuego.
Antes de servir el guiso, espolvoreamos con el perejil fresco picado por encima. Emplatamos y servimos bien caliente.
Este guiso, si lo hacemos de un día para otro, es aún más, ya que se intensifican los sabores. Ideal para dejarse la comida preparada o llevártela en un tupper al trabajo o de picnic.