La hamburguesa más fallera


Estas fallas la hamburguesa más fallera está en LaMburguesa



El olor de la pólvora. El blusón. El pañuelo. La música de nuestras bandas. Las risas de los amigos en el casal. Las verbenas hasta las tantas. El calor del fuego. El sabor de los churros en la despertà. A partir de ahora los valencianos y los apasionados de las fallas tienen un nuevo hito que añadir a su lista.

Hoy la hamburguesa fallera ha sido presentada en sociedad. La cadena de hamburgueserías LaMburguesa acogió en su local de la Avenida de Aragón (esquina con Sancho Tello) un evento que ha contado con la presencia de medios y empresas valencianas. Todos presentes para descubrir el nuevo proyecto de los hermanos Pablo y Salva Martínez: «queríamos resumir en una hamburguesa lo que significa las fallas para los valencianos. Tradición, sentimiento y amor por nuestra tierra», explica Pablo.



Dicho y hecho. La hamburguesa fallera reúne ingredientes típicos valencianos para conseguir un sabor de la tierra: carne de longaniza con habas, pisto, puerro, queso manchego y pan de calabaza componen este personal homenaje a Valencia y a las fallas. «Básicamente son las fallas hechas hamburguesa. Hemos puesto mucho cariño y elegido con cuidado los elementos que necesitábamos para buscar ese sabor único. Es el sabor que acompaña a una mascletà o a un castillo. Representa nuestro amor y nuestro homenaje a esta fiesta tan nuestra», asegura Salva.

La hamburguesa fallera llega a tiempo para convertirse en la hamburguesa estrella de estas fallas 2018. Se trata de la última novedad en la carta de LaMburguesa, cadena que ya cuenta con cuatro establecimientos (dos en Valencia, uno en Godella y otro más en Paterna) y que se ha caracterizado por hacer de la hamburguesa gourmet un lienzo en blanco en el que innovar con nuevos sabores e ideas: «buscamos la inspiración a diario en aquello que tenemos cerca y con lo que nos sentimos identificados. Como valencianos, las fallas son algo que siempre ha estado presente en nuestras vidas», comenta Pablo. «El objetivo es que al primer bocado la gente sienta en su paladar la esencia de Valencia, de la huerta, de las tradiciones, del humo de sus calles llenas de gente…». 

Con una sonrisa, los hermanos Martínez despiden la jornada con el objetivo cumplido. Las fallas, ahora, también se disfrutan en el plato.