Café Boheme, excelente cocina mediterránea en Ruzafa



Café Boheme, excelente cocina mediterránea en Ruzafa.




Hace ya tiempo que queríamos disfrutar de un rato de asueto para acercarnos hasta el Café Boheme, ubicado en el Barrio de Ruzafa, concretamente en el número 20 de la calle del Literato Azorín, para probar algunas de las delicias culinarias que allí prepara el cocinero natural de Alcoy, Raúl Pascual.


Varias personas amantes de la buena mesa, de las cuales nos fiamos bastante, llevaban ya un tiempo recomendándonoslo y finalmente pudimos acudir para descubrir de primera mano lo que nos habían relatado.

En primer lugar hemos de decir que el local es muy agradable, denota ante todo tranquilidad y sosiego y con su ornato, traslada al comensal a los cafés bohemios del siglo XIX que podían encontrarse en Francia o en Italia. La decoración en la que resalta la madera, los cuadros antiguos, las alhacenas con platos, las latas decoradas y los relojes de pared, ciertamente te trasladan a otra época. 




En su carta, en la que destacan los productos de temporada, hay platos por los cuales realmente vale la pena acercarse a Café Boheme. Nos gustó especialmente el Creppe de jamón ibérico con setas boletus con balsámico de Pedro Ximénez y crujiente de cebolla. Muy sabroso, el creppe recién hecho, caliente y esponjoso, la seta en su punto y el jamón ibérico de calidad. 



Pero si existe un producto por el cual regresar una y otra vez, y por el que tienen una clientela fiel, es por sus carnes a la piedra: lomo de novillo alto argentino, lomo de buey irlandés, solomillo argentino, secreto ibérico o magret de pato. Carnes que se presentan en piedras volcánicas calientes, en cortes de 200 gramos, acompañadas de distintas salsas caseras, pimientos del Padrón y patatas fritas caseras o patatas asadas gratinadas. Pude disfrutar al máximo de un corte de lomo de novillo alto argentino y de uno de lomo de buey irlandés. Ambos muy jugosos, con sabores auténticos y una grasa entreverada que desprendía aromas deliciosos al contacto con la piedra caliente. El lomo de novillo argentino venía con una condimentación de sal gorda, ajo, cebolla deshidratada y hierbas provenzales que no hacían más que aumentar sus intensas propiedades organolépticas.






Otros de los puntos fuertes de la propuesta gastronómica de Café Boheme son los originales carpaccios y los tartares siempre recién elaborados. Probamos el de pulpo con salsa verde y nos quedamos con ganas de probar también el de atún rojo con vinagreta de soja, tomate y mayonesa de wasabi, el de buey ahumado con escabeche de setas, virutas de parmesano, tomatitos cherry y rúcula o el steak tartare clásico, entre otros. Ya habrá otras ocasiones. 





Pascual nos sorprendió con una ración de patatas bravas muy gustosas y bien cocinadas, que se acompañaban de una acertada salsa de pimiento asado, cebollas y pimentón picante de la Vera. Al finalizar la comida y hablar con el cocinero le hicimos saber la satisfacción que nos producía haber degustado unas bravas sin ese mal generalizado llamado salsa de tomate kétchup. Creemos sinceramente que el éxito de unas buenas patatas bravas reside en una buena salsa casera. Le sugerimos, y creemos que nos hará caso, que bañara las patatas por encima con la misma salsa para quedarán más suculentas. 





Ya hemos comentado que Café Boheme tiene parroquianos fieles que vuelven una y otra vez. Por y para ellos existe un Menú Degustación de Carne muy especial, que se sirve para dos personas y que por 25 euros ofrece la posibilidad de probar los platos estrellas del restaurante. Lo recomendamos porque es la mejor forma de conocer lo que se cuece en la cocina y lo mucho que tiene que decir Raúl Pascual. Os lo relatamos porque creemos que os gustará. El menú comienza con unos montaditos de jamón ibérico, posteriormente el creppe de jamón ibérico que ya he comentado, al que le sigue queso gallego fundido con pimentón de la Vera y tostas. Todo esto como primeros platos o entrantes. Como segundo plato, un corte de 150 gramos de lomo de novillo alto argentino y otro de un delicioso entrecot de buey irlandés, ambos acompañados de patata asada gratinada con queso y 4 salsas. Incluye además yesca de pan a la brasa y una degustación de postres caseros que puede incluir tarta de queso con zarzamora, flan de nata y piñones, brownie con helado, crep de dos chocolates, crep de castaña, postre del chef, helado o bien fruta del tiempo.




Nos gustaría también sugerirles que no se pierdan sus refrescantes ensaladas como la Cesar, la de queso burrata o la griega.



Entre semana, por el módico precio de 11.95 euros (sin bebida incluida), existe un menú diario que dispone de croquetas variadas, o verduras en tempura, tostas o crujientes de brandada de bacalao, de queso fundido o mini carpaccio vegetal, ¼ de queso burrata con tomate o mini ensaladas o crema de setas, calabacín, vichyssoise y calabaza. Luego se puede elegir como plato principal un arroz meloso que puede ser de montaña, marinero, de secreto y setas, de pulpitos y alcachofas, de atún y verduras, de gambita roja u otros propuestos por el chef. El arroz puede ser sustituido por ½ costillar de cerdo acompañado con patata gratinada o un bacalao confitado con cebolla confitada y salsa romesco. Este menú incluye el pan, postre o café. 




En sala, el mexicano Mauricio Ruiz tiene a su cargo una carta de vinos que cuida especialmente el producto valenciano. Pudimos observar en la cava atractivos tintos de la tierra como el Bilogía de Bodegas Los Frailes, Rebel·lia Tinto de Vegalfaro o el Esencia Vegamar. También se pueden encontrar en su selección buenos vinos de Rioja y Ribera del Duero.




Café Boheme luce en Ruzafa gracias a su meritoria apuesta por ofrecer una cocina honesta a muy buenos precios en la que brillan los productos de buena calidad, ofrecidos en un entorno de agradable atmósfera que maridan perfectamente con las virtudes de la comida que elaboran.