Bodegas Emilio Moro presenta sus nuevas añadas



Bodegas Emilio Moro presenta 
la nueva añada de su buque insignia

  • Bodegas Emilio Moro, referente de calidad e innovación en la Ribera del Duero, presenta la nueva añada de su buque insignia, Emilio Moro 2015.
  • La bodega vallisoletana desembarca en El Bierzo, donde ha comenzado a trabajar en la elaboración de su primer vino blanco.
  • Clon de la Familia es el vino más especial elaborado en las Bodegas Emilio Moro, cuyos fondos están destinados a la Fundación Emilio Moro, un vino que llega en una producción limitada de 1.000 unidades a un precio de venta de 200 euros.
  • Emilio Moro lanzará al mercado este 2017 su primer vino libre de sulfitos añadidos, La Felisa, un 100% tempranillo elaborado a partir de uvas ecológicas.
  • Hace unos días ha sido reconocida estos días en Londres como bodega ejemplar en el campo de la innovación.


Bodegas Emilio Moro, uno de los máximos referentes del vino de Ribera a nivel mundial, con presencia en 54 países inicia su andadura hace más de un siglo, en 1891, año de nacimiento de su fundador, D. Emilio Moro, en Pesquera de Duero (Valladolid), enclave privilegiado de la Ribera de Duero rodeado de viñedos. Emilio Moro, abuelo de los actuales propietarios, enseñó a su hijo el amor por el vino, y este a su vez lo transmitió a sus hijos. Tras tres generaciones, José y Javier Moro se hacen cargo de la bodega que actualmente posee unas 200 hectáreas de viñedo propio, plantadas e injertadas con un excelente clon de tempranillo recuperado de sus viñas más viejas, y algunos de sus pagos más conocidos son Resalso, plantado el año en que nació Emilio Moro (1932), con suelos profundos y frescos; Valderramiro, con los vasos más antiguos de la bodega y la cuna de su gran vino de pago, Malleolus de Valderramiro; Sancho Martín, con unas excelentes condiciones de maduración, ofrece vinos tánicos y de marcada acidez, ideales para la crianza; y Camino Viejo, donde nace Malleolus.


Emilio Moro 2015

Una bodega que año tras año sigue sorprendiendo al mercado con una calidad que mejora año tras año. Aunque parecía imposible superar el carácter extraordinario de la cosecha 2014, lo cierto es que la añada 2015 de su referencia insignia, Emilio Moro, se presenta como “una de las mejores de la historia” según el equipo técnico de la bodega. “Este ha sido un año de mucha concentración, una añada de parámetros altos” que, unida al esfuerzo de mejora continua de la familia Moro, ha hecho posible un vino rotundo que destaca por su intensidad aromática y por su volumen en boca. Desde el mes de abril hasta la segunda quincena del mes de julio las temperaturas fueron más elevadas de lo normal, lo que provocó un buen desarrollo vegetativo. Las lluvias puntuales de julio ayudaron a superar las altas temperaturas de esta época y, después del envero, las temperaturas nocturnas descendieron notablemente mientras que las diurnas se situaron en una media de 25ºC. Este hecho favoreció la maduración y adelantó la vendimia dando como resultado una añada extraordinaria, de gran concentración frutal. Tras 15 meses de maceración con los hollejos y una crianza de 12 meses en barricas de roble americano y francés, Emilio Moro 2015 presenta un color rojo cereza madura muy intenso. En nariz es opulento y muy expresivo, con una base de fruta negra madura de gran calidad, y presenta en segundo plano notas balsámicas y de pastelería. En boca es amplio, sabroso, de gran volumen y buena acidez con un pos gusto muy largo. 
 

Con todo, señalan desde la bodega, “nos encontramos ante una de las mejores añadas de la historia de Emilio Moro”, un vino que lleva el nombre del creador y fundador de la bodega y que encarna a la perfección la filosofía de esta firma insignia en Ribera del Duero. Pionero y rompedor desde su nacimiento en 1990, Emilio Moro se define por el equilibrio, la elegancia y la primacía de la fruta sobre la madera, de la amabilidad frente a la astringencia y de la complejidad en lugar de potencia y rusticidad. Una referencia que marcó el antes y el después en la bodega familiar ya que a partir de la cosecha de 1998 eliminó de su etiqueta los tradicionales conceptos de crianza y reserva en pos de convertirse en un vino con mucha personalidad marcada por los viñedos de los que procede, de entre 12 y 25 años de edad.

La nueva añada de Emilio Moro es, en definitiva, resultado de la benevolencia de un año extraordinario en lo climatológico. Pero también y sobre todo del espíritu de una bodega respetuosa con la tradición y comprometida con la innovación que en los tres últimos ejercicios ha invertido cerca de un millón de euros en I+D+i. Una labor que desarrolla a través de la colaboración con entidades y universidades de prestigio y que ya ha dado como fruto importantes avances en el campo de la viticultura, como el desarrollo de levaduras autóctonas para aportar complejidad y singularidad a sus vinos.


Clon de la Familia, el vino solidario

También se ha presentado Clon de la Familia, el vino más especial elaborado en las Bodegas Emilio Moro cuyos fondos están destinados a la Fundación Emilio Moro. Se presenta en una edición limitada de 1.000 unidades a 200 euros, cuyos fondos recaudados se destinarán a financiar los nuevos proyectos de la fundación. Asimismo, Clon de la Familia es un reconocimiento al legado familiar que a través de los años ha hecho posible seleccionar un ‘clon’ de la variedad tempranillo. La producción de este vino está condicionada a una excelente calidad de la uva, elaborándose exclusivamente aquellos años excepcionales en los que la cosecha le imprima su peculiar carácter. Y para representar este legado familiar, ‘Clon de la Familia’ tiene una etiqueta muy singular, con una fotografía que muestra una escena familiar de la vendimia, que se viene repitiendo desde hace generaciones; y cada botella lleva una numeración indicando el número total producido. 
 

La primera edición de este vino, correspondiente a la cosecha de 2009, muestra un intenso color rojo cereza, limpio y brillante con ribetes violáceos de juventud, a pesar de su larga crianza. En nariz encontramos la más pura expresión del tempranillo, cargado de fruta negra madura y regaliz, con la sutil presencia de aromas balsámicos de roble. En su paso en boca produce una sensación envolvente y aterciopelada, con un final muy agradable y persistente. El vino puede adquirirse en Bodegas Emilio Moro, en su tienda online y a través de la página web de la Fundación.




Desembarco en El Bierzo

La familia Moro posee, además, la bodega Cepa 21, también en la Ribera del Duero, que engloba las referencias Hito, Hito Rosado, Cepa 21 y Malabrigo. Primero fue Cepa 21, una bodega que, aunque también adscrita a la D.O. Ribera del Duero, apostaba por un perfil de vino mucho más moderno, arriesgado y complejo. Ahora Emilio Moro, encabezada por la tercera generación de una saga de bodegueros comprometidos con la calidad, se lanza a la elaboración de su primer vino blanco en una zona hasta ahora más conocida por sus tintos de Mencía pero con mucho potencial para dar a luz grandes blancos, distintos y muy sorprendentes. 
 

Por el momento Bodegas Emilio Moro ha elaborado 16.000 kilos de la variedad Godello berciano procedente de la añada 2016 y de distintos suelos con el fin de adquirir conocimiento de la zona del Bierzo y sus viñedos y, pese a que éste no ha sido el mejor año por las condiciones de la vendimia, las primeras catas sobre barrica han obtenido buen resultado. Según José Moro, presidente de la bodega, “el objetivo ahora mismo es trabajar el perfil aromático de la uva Godello y conocer todas sus variables”.

Este proyecto nace con el reto de añadir un blanco de calidad a la gama ya conocida de sus tintos Emilio Moro y Cepa 21. “Pretendemos elaborar un vino fino, elegante, con grasa, cuerpo y capacidad de envejecimiento”, explica Jose Moro, representante de la tercera generación de la familia Moro para la cual esta supone su primera experiencia fuera de la Ribera del Duero. Y añade: “queremos encontrar el vino que buscamos y una vez lo hagamos nos plantearemos su lanzamiento al mercado”.






La Felisa, s primer vino ecológico

La Felisa, que verá la luz en los próximos meses bajo el paraguas y el sello de calidad de Bodegas Emilio Moro, es el fruto de un proyecto de investigación de tres años y se enmarca dentro de la filosofía de Innovación y Responsabilidad Social de la bodega. Bajo la creciente demanda de unos consumidores cada vez más sensibles a los productos saludables lanzará al mercado este 2017 su primer vino libre de sulfitos añadidos. Un 100% tempranillo elaborado a partir de uvas ecológicas.

La Felisa mantiene todas las propiedades beneficiosas del vino, como son los taninos, antocianos y antioxidantes, pero sin contener sulfitos añadidos, que son el principal conservante del vino. En este sentido la nueva marca responde a una creciente demanda por parte del consumidor actual de productos ecológicos y lo más naturales posibles, además de ser una opción de calidad para los alérgicos a los sulfitos
 

Bodegas Emilio Moro empezó a investigar los vinos ecológicos y sin sulfitos hace ya tres años. Tiempo durante el cual el departamento de I+D+i, junto con el departamento Técnico, ha centrado sus esfuerzos en inhibir el crecimiento de la microbiología indeseable a través de la lucha biológica con el empleo de herramientas naturales de sus propios viñedos.

Junto a la tradición, heredada a lo largo de tres generaciones, y la Responsabilidad Social Corporativa, la innovación es uno de los tres pilares fundamentales de la filosofía de Bodegas Emilio Moro. De hecho, en los tres últimos ejercicios la bodega ha invertido cerca de un millón de euros en investigación, desarrollo e innovación. Este nuevo proyecto se suma así a sus numerosos esfuerzos por invertir en I+D+i, una labor que desarrolla conjuntamente con otras entidades y universidades y que ya ha dado como fruto importantes avances en el campo de la viticultura, como el desarrollo de levaduras autóctonas para aportar complejidad y singularidad a los vinos. Se trata además de un vino hecho para todos que viene de la mano de una bodega comprometida con el entorno y las personas. Una bodega que ha adaptado sus instalaciones y sus visitas de enoturismo a los discapacitados y que ha incorporado la lectura en Braille en las etiquetas de sus vinos.

Ejemplo de innovación

Hace unos días ha sido reconocida en Londres como bodega ejemplar en el campo de la innovación. Su presidente, José Moro, ha presentado en uno de los congresos de innovación más importantes del mundo la aplicación de viñedo Visual Nacert, una app del sector agrotech impulsada por Wayra, la aceleradora de start up tecnológicas de Telefónica, que forma parte de la plataforma mundial de apoyo al emprendimiento Telefónica Open Future. La herramienta facilita el trabajo de los viticultores en el campo, ya que sus mapas se actualizan continuamente mediante satélite, y muestra de forma instantánea cualquier modificación sobre el terreno que pueda incidir directamente en la calidad o la producción de la uva. 
 

La aplicación permite registrar información de todas y cada una de las parcelas de la bodega inmediatamente -algunas separadas por muchos kilómetros- y saber sus últimas condiciones climáticas, el estado sanitario y la calidad de la uva, la cantidad de producción y el rendimiento del viñedo. Esto permite, entre otras cosas, ahorrar tiempo en desplazamientos innecesarios y tener un mayor control de la cosecha, pudiendo, por ejemplo, tomar medidas urgentes en caso de situaciones extraordinarias, como pueda ser la aparición de una plaga o enfermedad o la caída de una helada que perjudique de forma irremediable a toda la producción.

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