El Inti de oro cumple 25 años y lo celebra con nuevos platos mestizos



El Inti de oro cumple 25 años y lo celebra con nuevos platos mestizos


La gastronomía peruana es una de las más diversas del mundo. Con más de 490 platos típicos, sus sabores son el resultado de la fusión de las milenarias costumbres culinarias del propio país con las de las numerosas civilizaciones que han pasado por allí a lo largo de la historia (franceses, españoles, africanos, japoneses…) y dejaron su huella en la gastronomía.

Esta fusión de culturas y costumbres es la que encontramos en El Inti de oro (cuyo nombre significa “el Sol” en quechua), una propuesta basada en los sabores y aromas más auténticos de la cocina criolla, regados por el toque distintivo de su chef, Gonzalo Amorós. Un verdadero viaje a Perú sin movernos de Madrid del que podemos disfrutar desde hace 25 años.



El Inti de Oro es uno de los restaurantes peruanos más antiguos de la capital. Fue inaugurado en 1991 por León Carrillo, quien contaba ya con una larga experiencia cuando comenzó en El Inca (el primer restaurante peruano de España) en 1975, antes de abrir este rincón peruano que combina un lugar especial, una esmerada atención y una cuidada selección de los platos más representativos de la gastronomía peruana.



Un punto de encuentro para todos aquellos que quieran sumergirse durante unas horas en la cultura del país andino para luego disfrutar de un paseo por las sugerentes calles del barrio de las Letras. La decoración del local mantiene el estilo peruano, en el que predominan materiales nobles como la madera y en el que destacan los coloridos murales del Machu Pichu o de escenas andinas. Todo ello acompañado con música tradicional criolla de fondo.

Causa acebichada

El Inti de Oro siempre se ha caracterizado por su fidelidad a la cocina tradicional peruana, basándose en recetas criollas ancestrales, pero imbuidas de una personalidad propia. Cocina sabrosa, muy variada y de múltiples influencias son algunas de las características que definen los platos peruanos. El ceviche, sin duda, es el manjar estrella y no falta en la mayoría de las comandas, desde el clásico de pescado marinado en zumo de lima y especias al de corvina selvático caliente. 

Lomo saltado


Los tiraditos, las papas rellenas, el ají de gallina o el lomo saltado son también algunos de los imprescindibles de El Inti de oro. Ello sin olvidar los platos chifas (que dan nombre a la cocina traída y adaptada al paladar peruano por los inmigrantes chinos de finales del s. XIX), como el arroz chaufa

Tartar de atún andino


El verdadero secreto del éxito del Inti de Oro es su compromiso con la “auténtica comida criolla”, como asegura León Carrillo. El chef Gonzalo Amorós (quien ha trabajo en Perú en sitios tan prestigiosos como Costa verde y Rosa Náutica, además de seis meses en la Hacienda Benazuza con Ferrán Adriá) nos presenta platos que recorren la geografía peruana de la costa a la selva, pasando por la sierra:

Pescado oriental con champiñones


Papitas rellenas (con carne picada, cebolla, aceituna, pasas y huevo, acompañado de salsa criolla).
Rocotos rellenos (pimiento peruano ligeramente picante relleno de carne, acompañado de papa gratinada)

Pollo tropical


Ceviche de corvina selvático caliente (generosos dados de corvina ahumados en hoja de plátano con leche de tigre chicha de jora y pasta de ají amarillo)
Pollo tropical (pollo relleno de puerros, champiñones y cebolla caramelizada, bañado con una sutil salsa de mango, acompañado con tacu-tacu de camote)
Suspiro de limeña.

Suspiro a la limeña


La carta de vinos cuenta con varias denominaciones de origen españolas (Ribera del Duero, Rioja, Rueda, Marqués de Riscal, Altos Crianza, Altos Reserva,…) con precios muy contenidos, pero también con un vino peruano muy especial: Tacama Selección Especial. En la selección de bebidas destaca una amplia variedad de cervezas (imperdonable no probar la famosa Cuzqueña), refrescos y cócteles peruanos, como el Pisco Sour clásico (jugo de limón, jarabe de goma, clara de huevo y unas gotas de angostura), el de maracuyá (con jugo de maracuyá y un toque de angostura), el Cocktail de Algarrobina (con leche evaporada, yema de huevo, azúcar, pisco y Algarrobina) o el Chilcano de Pisco (al que se le añade, entre otros ingredientes, Ginger-ale).

Pisco Sour


Aunque limeño de nacimiento, Gonzalo Amorós creció en Pacasmayo, una ciudad porteña en el norte del país: “la región donde mejor se come de Perú”, asegura. Allí aprendió el gusto por el pescado y el marisco que cada día llegaban al puerto y que son las materias primas que más le gusta cocinar. La afición por la cocina le llega desde pequeño, cuando veía a su padre cocinar por gusto y con maestría los ceviches o bistec encebollado. Decidió estudiar en la Escuela de Hostelería y Gastronomía INAT de Trujillo (considerada Le Cordon Bleu peruano). En Perú ha trabajado como jefe de cocina en La Rosa Naútica, en Lima, un exclusivo y prestigioso restaurante especializado en marisco. Tras pasar por los restaurantes Costa Verde y el Hotel Sheraton (donde aprendió las nuevas técnicas de cocina), en 1992 aterriza en la expo de Sevilla y, poco después, se instala en Madrid y entra a formar parte como chef de El Inti de Oro.

Gonzalo Amorós y León Carrillo

En España, además de El Inti de oro (donde ha trabajado interrumpidamente a lo largo de 14 años, yendo y viniendo de Perú para empaparse de las novedades culinarias y atender su propio restaurante, Pachinco) trabajó seis meses en la Hacienda Benazuza con Ferrán Adriá, de quien aprendió las técnicas culinarias más vanguardistas, que actualmente aplica en la nueva carta. Su propósito es mantener la esencia clásica de la gastronomía peruana que define la propuesta de El Inti de Oro, con las técnicas y procedimientos más actuales (fusión y mezcla de texturas, crocantes…). Y es que, por encima de todo, su intención es “que sepa todo a Perú”.





EL INTI DE ORO
C/ Ventura de Vega, 12. 28014 Madrid.
http://www.intideoro.com
Horarios: De lunes a domingo, de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 0:00
Reservas: 91 4296703
Precio Medio: 35 Euros
Capacidad: 45 personas