‘Alma de Protos": La gira de Bodegas Protos recala en Valencia
Es difícil imaginar a una bodega que mejor represente el espíritu de dos regiones vitivinícolas españolas tan afamadas como Ribera del Duero y Rueda como Bodegas Protos, un concepto empresarial surgido en 1927 por la inspiración de un grupo de viticultores de la zona de la comarca de Campo de Peñafiel, en Valladolid, precursores de un proyecto que hoy por hoy es sinónimo de calidad y prestigio.
Protos representa más de 90 años de historia elaborando excelentes vinos, algunos de los cuales se dieron cita el pasado martes día 8 de noviembre en el restaurante Entrevins de Valencia, situado en la calle De La Paz nº 7, para hacer las delicias de un importante grupo de blogueros y periodistas especializados en el mundo del vino y de la gastronomía, en una cata única y una posterior cena ideada por el chef de origen francés Guillaume Glòries, al frente del restaurante Entrevins. Un evento singular en el que se pudieron probar los vinos más conocidos de Bodegas Protos, así como algunas novedades, junto a algunas interesantes propuestas culinarias servidas por Glòries.
La cata, dirigida por la enóloga de la bodega, Marinela Bonilla, que fue asistida en todo momento por Carlos Villar Bada, Director General de Protos y por el Director de Comunicación, Fernando Villalba, comenzó con un Protos Rosado 2015, una delicada creación macerada en frío que destaca por su sabor fresco, su perfecta acidez y su gran equilibrio.
Posteriormente catamos un Protos Verdejo 2015, un vino de gran profundidad aromática con notas a frutas verdes y tropicales, con gran equilibrio entre el grado y la acidez y una boca fresca y compleja con un punto amargo final sumamente agradable.
La llegada del Protos Verdejo 2014 supuso todo un cambio debido fundamentalmente a su fermentación en barrica con lías, un vino que me sorprendió por su buena estructura, su color amarillo brillante con tonos verdosos y sus aromas de fruta madura, a cítricos y también a frutas tropicales como la piña o el mango. Al probarlo resultó ser untuoso, glicérico, equilibrado y con un final persistente.
El resto de vinos que catamos fueron ya tintos de Ribera del Duero, elaborados todos con la uva Tinta del País (tempranillo). Comenzamos con un Protos Crianza 2012, elaborado con uvas de viñedos de más de 25 años y con una crianza en barricas de roble francés y americano que me subyugó inmediatamente por su intensidad y equilibrio aromático con notas de frutas rojas, minerales y toques especiados y avainallados característicos de la barrica de roble francés. En boca resulta potente, intenso y afrutado. Un vino muy ponderado que denota un gran equilibrio entre los toques tostados y la fruta.
La llegada del Protos Reserva 2011 supuso un acontecimiento, pues es uno de los buques insignia de la bodega. Mineral, armónico, con un predominio de la fruta irreprochable para ser un reserva. Y es que tampoco se elabora todos los años, pues tan solo aparece cuando la uva muestra una madurez ejemplar que pueda mostrar con el tiempo su calidad en botella. Fruta negra condensada, casi mermelada, 18 meses en barrica y al menos 24 meses descansando en la botella hacen de este vino un modelo de expresividad, acidez y equilibrio. Me gustó por su intensidad sus tostados, sus especias y sus taninos. Un vino de los que no se olvidan.
El Protos Gran Reserva 2010 son palabras mayores, pues se elabora seleccionando uvas de viñedos de más de 60 años y tan sólo ve la luz cuando se producen añadas excelentes. 60.000 botellas de lo mejor que puede ofrecer Ribera del Duero que inician su periplo vital pasando 24 meses en roble francés y americano y 36 meses en botella para ofrecer su característico color rojo cereza intenso y aromas penetrantes, complejos y elegantes con recuerdos a cueros, chocolate negro y café con un sabor profundo, carnoso, trepidante, untuoso y delicadamente especiado. Su final cálido, largo y sedoso lo convierten en uno de los Grandes Reservas más sugerentes y atractivos de España.
El Protos Gran Reserva 2010 son palabras mayores, pues se elabora seleccionando uvas de viñedos de más de 60 años y tan sólo ve la luz cuando se producen añadas excelentes. 60.000 botellas de lo mejor que puede ofrecer Ribera del Duero que inician su periplo vital pasando 24 meses en roble francés y americano y 36 meses en botella para ofrecer su característico color rojo cereza intenso y aromas penetrantes, complejos y elegantes con recuerdos a cueros, chocolate negro y café con un sabor profundo, carnoso, trepidante, untuoso y delicadamente especiado. Su final cálido, largo y sedoso lo convierten en uno de los Grandes Reservas más sugerentes y atractivos de España.
Protos Selección Finca El Grajo Viejo 2014 es un vino de autor producido con cepas del viñedo de la finca El Grajo Viejo con más de 70 años que se elabora tan sólo en añadas únicas y que realiza una fermentación maloláctica y una crianza de 18 meses en barrica de roble francés nueva. Es un vino pleno, de aromas distinguidos a fruta negra muy madura, tostados, caramelos y chocolate negro. Al probarlo se detecta inmediatamente su rematada elegancia, su lucimiento, su potencia y persistencia. Excelente acidez y un final largo y equilibrado son el punto final a un vino notable.
Como gran novedad, probamos el Protos 27 2014, cuyo nombre es todo un homenaje al año de fundación de la bodega. Es un coupage distinguido y equilibrado que verá la luz probablemente en marzo del 2017 y que marca un cambio de rumbo en Protos. Se han embotellado unas 40 mil botellas cuyo destino final será la hostelería y la restauración.
Por último, y como colofón a una gran cata, los asistentes disfrutamos del Selección 2001, una cosecha emblemática que se elabora como un Gran Reserva, y que pese al paso del tiempo, guarda como un tesoro un destacado y sorprendente equilibrio entre la fruta y la madera.
Después de la cata saboreamos una cena ideada por el chef del céntrico restaurante Entrevins, Guillaume Glòries, que estuvo compuesta por: Tataki de corvina con aguacate y piña, Milhojas de foie de pato mi cuit con manzana, cecina y caramelo de flores, Sepietas de playa plancha con jugo de pollo reducido, Vieira asada con all i pebre de algas, Coca de aceite de oliva con cap i pota, Canelón de berenjena relleno de boloñesa de Ternasco de Aragón, Fourme d´Ambert y Choco Blas y como postre, chocolates en diferentes texturas con aceite de oliva y sal.
Platos que fueron maridados con diferentes vinos de Protos y que en conjunto dejaron un agradable sabor de boca entre los asistentes a una cata memorable.