Vinoblanco,cocina honesta y sorprendente en la Gran Vía de Valencia


Restaurante Vinoblanco:
cocina honesta y sorprendente en un entorno acogedor



Hace ya tiempo que quería ir a conocer el restaurante Vinoblanco, que se inauguró hace unos pocos meses, en el número 59 de la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia, pero no encontraba ocasión para hacerlo. Ahora me arrepiento de haber tardado todo este tiempo, pues me encontré con una propuesta gastronómica muy interesante, con platos bien definidos y perfectamente ejecutados en un local que me gustó especialmente.

Vinoblanco, es el último proyecto de Gastronomía Saludable, S.L -empresa valenciana que ya posee otros proyectos gastronómicos de éxito en Valencia como Vinotinto, situado en la Calle San Vicente, 44 de Valencia- con el que amplían su oferta gastronómica y se abre a nuevos públicos en el corazón de Valencia. 


Con una decoración en la que destaca las columnas de ladrillo recuperadas de la construcción original en los bajos de los habituales edificios modernistas de la Gran Vía Marqués del Turia de Valencia, encontramos inmediatamente una cava de vinos con cerca de 100 referencias entre vinos blancos, tintos, rosados, cavas y champagnes. Suelos de madera, mesas de nogal americano, sillas en estilo post-modernista, muebles y ventiladores orgánicos diseñados ex profeso para el local, así como una iluminación cálida con un punto escénico, distinguen dos zonas: barra y comedor. El proyecto lo firma el arquitecto portugués Nuno Rodrigues y su equipo de Metrobox & Co


Se han creado varios ambientes: al entrar, una zona de barra con una vitrina que acerca a los comensales algunos de los productos de la carta de aperitivos para poder tomar a cualquier hora del día. El comedor, con su luz cálida, y decoración elegante y grata es el lugar idóneo para disfrutar plenamente de la experiencia culinaria.

Vinoblanco recupera la tradición del aperitivo y el tapeo valenciano en pleno centro de la ciudad, con una carta de aperitivos para degustar junto a una copa de vino o vermut, a la que hay que sumar una carta basada en cocina de mercado y elaboraciones propias de recetas tradicionales y tapas de algunos platos populares o emblemáticos, con un guiño ciertamente contemporáneo y atrevido. 
Vinoblanco - croquetas cremosas de jamón y buñuelos de bacalao con allioli y torreznos


La puesta en escena de este nuevo restaurante está vinculada al concepto gastronómico, desarrollado por el Consultig Gastronómico valenciano Cooking Business, de la mano del equipo de Juan Casamayor y Maje Martínez, que han optado por definir una cocina e imagen contemporánea, que bebe del producto local y nacional de mercado, con toques fusión en algunas ocasiones y atrevimientos en otras, pero siempre basada en elaboraciones propias que hacen de la experiencia en Vinoblanco algo diferente.

La cocina está capitaneada por Néstor Oreiro, como jefe de cocina y coordinada por Javier Van Gemert, chef ejecutivo del grupo Gastronomía Saludable, junto con un equipo de jóvenes y preparados cocineros. Héctor Sanchís, sumiller y jefe de sala, acompaña en la experiencia a los comensales junto a su equipo. 
Tardeo Vinoblanco


De la carta de aperitivos para la zona de barra, se puede disfrutar de especialidades que encontramos expuestas en la vitrina como el jamón ibérico de bellota de Carrasco-Guijuelo, quesos en aceite, aceitunas y salazones de elaboración propia, mariscos de lonja, ostras con variedad de aliños y caviar iraní. Un recital de productos ideales para aperitivos, tapeos, tardeos o para cualquier momento del día. Y es que uno de los objetivos de Vinoblanco, es recuperar el tradicional aperitivo de la zona, el que se toma junto a una copa de vino o un vermut en pleno centro de la ciudad: el de las patatas de churrero, las almendras marconas fritas o las bravas, con patatas confitadas en aceite de romero y salsas a 'nuestro estilo'. Además, otro de los proyectos de Vinoblanco es incentivar el Tardeo, a través de eventos los miércoles de cada semana, en los que degustar vinos de diferentes bodegas, aperitivos y disfrutar de un ambiente distendido tras la jornada laboral. 
Vinoblanco - Ensaladilla con bonito de elaboración casera y espuma de salicornia


La carta del restaurante agrupa diferentes propuestas para el mediodía y la noche, con una cocina trabajada con actualidad, pero sin dejar de lado la tradición. Entrantes para abrir boca como la ensaladilla con bonito de elaboración propia y espuma de salicornia, dan paso a platos para compartir como, buñuelos de bacalao, ceviche con pescado blanco del día, tortilla de bacalao con pimientos y torreznos de mar. No faltan las ensaladas donde el protagonista es el producto como el salmón, el pulpo o el pato laqueado, que dan paso a platos principales como carnes, pescados y moluscos a la brasa. Y es que, combinada con las técnicas de cocina más vanguardistas, Vinoblanco ha apostado por introducir en sus platos la brasa de carbón de encina para jugar con aromas y sabores ahumados. 
Vinoblanco - coca de tomate concassé con sardina ahumada y aceite de piñones


Y cómo no, los arroces, pues vivimos en Valencia y tienen su total protagonismo en la propuesta de Vinoblanco; secos y melosos según mercado y temporada, manteniendo siempre en carta los habituales y como opción, entre los platos principales del menú del día.

Postres como la torrija de cazalla y limón o los canutillos de queso Idiazábal con mermelada de manzana y jengibre son el broche final en comidas y cenas. 
Vinoblanco - canutillos de queso Idiazábal con mermelada de manzana y jengibre


El punto y aparte viene de la mano de una considerable propuesta de vinos dulces, cavas, cócteles, ginebras, rones, whiskys, cognacs y vodkas para la sobremesa.

Vinoblanco tiene disponible de lunes a viernes a mediodía, un menú del día, que se renueva cada semana en función de la calidad del producto de mercado y la temporada, para seguir ofreciendo la máxima calidad y sabor a sus clientes. A elegir entre 3 entrantes –cremas, ensaladas, ceviches, tempuras, roastbeef…, según inspiración del chef, son algunas de las propuestas que podrán encontrar–, 3 principales –arroz, carne o pescado– y un postre, por 14,95€. 
Vinoblanco - salmorejo con fresas, sashimi de pez mantequilla y polvo de aceituna negra


Cuando comí en Vinoblanco probé algunos de sus platos más distinguidos, empezando con un Sashimi de salmón envuelto en lechuga de mar, geleé de manzana, tiras de manzana Granny Smith y reducción de soja y miel, que resultó sorprendente y con un interesante sabor a mar. El Tartar de atún rojo con aguacate, rábano, cebolla roja, gominolas de fruta de la pasión y mayonesa de chile habanero es toda una primicia y plato que sobresale por su buena conjunción de sabores y por la calidad de un atún de primerísima calidad. El punto de chile habanero, junto a la frescura y untuosidad del aguacate lo convierten en un plato fresco e ideal para este verano. 
Vinoblanco - steak tartare ahumado con romero y cítricos


El Salmorejo con fresas, sashimi de pez mantequilla y polvo de aceituna negra, que estará presente este verano en la carta y en el menú, me gustó por su potencia de ajo y la alegría que le aportaban las fresas, así como la originalidad y prestancia del sashimi. No tengo duda de que será un plato muy demandado durante los próximos meses en el que el calor será la tónica habitual. Posteriormente pude probar uno de los platos que más me gustan y que, tristemente, nunca encuentro restaurantes en Valencia donde lo preparen a mi gusto. Tan sólo les diré que a partir de ahora, ya sé que tengo que regresar a Vinoblanco cada vez que quiera deleitarme con un buen Steak tartare de carne de vacuno (solomillo y Black Angus) con cebolla tierna, pepinillos y crema de mostaza y chiles habaneros, ahumado con madera de haya y romero. Una maravilla que me fascinó, en primer lugar porque los ingredientes no disfrazaban el sabor de una carne magnífica, la cebolla tierna no invadía al conjunto, los chiles habaneros picaban en su punto justo y la crema de mostaza no invadía el paladar. Sencillamente gozoso. 
Vinoblanco - Hueso de Mammut


La Croqueta cremosa de jamón hay que comerla entera y dejar que su cremosidad y sabor invada la boca, mientras que la Coca de tomate concasé, confitado durante horas, acompañada con sardina ahumada y aceite de piñones es una tapa sobresaliente.

Por otra parte, me empeñé en probar su plato denominado Hueso de Mammut, un tuétano de ternera braseado con verduritas, crujiente de cebolla y espuma de tuétano, pues su presentación es una de las mejores que he visto últimamente en restauración, pero es que su sabor profundo a carne es una maravilla. Hay que comerlo ayudándose con una pequeña cucharita redondeada para poder extraer todo lo que lleva dentro. El paraíso de cualquier carnívoro que se precie de serlo. 
Vinoblanco - chocolate, chocolate y chocolate (bizcocho, crema y helado)


Como plato de arroz del menú, tomé el meloso de secreto ibérico, ajos tiernos y habas. En su punto, agradable, sugestivo y definido. El Sorbete de mojito refresca y limpia muy bien la boca. Para finalizar la comida, dos postres singulares: Canutillos de queso Idiazábal con mermelada de manzana y jengibre y Chocolate, chocolate y chocolate (bizcocho, crema y helado). Cada uno de los platos fueron maridados con tres vinos de una carta planteada con rigor, originalidad y sabiduría: Pinot Gris 2014 Villa Wolf, Verdejo ecológico Cent Piques y Parotet 2012 Celler del Roure.

Vinoblanco es un restaurante al que indefectiblemente se vuelve, porque su ambiente y su oferta gastronómica sorprenden y agrada por partes iguales. Yo seguro que regreso.


Vinoblancovalencia
G.V Marqués del Turia, 59. Valencia
L-S de 12h a 1,30h / D: de 12 a 18h
Precio medio: 15-25€
@vinoblancovlc
T: 962 066 818