La sidra espumosa comienza a posicionarse en el segmento de
los "champagnoise" o "spumosos" italianos
La sidra espumosa amparada en el seno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias está logrando afianzarse en el segmento de los mundialmente conocidos “champagnoise” o “spumosos” italianos, gracias a su particular método de elaboración que la ha posicionado con personalidad propia, singularidad y calidad diferenciada, sobre todo, en el sector de la alta restauración.
El Consejo Regulador DOP Sidra de Asturias se ha fijado como objetivo continuar promocionando y dando a conocer en las mejores ferias y eventos gastronómicos esta sidra espumosa, considerada hoy por los gurús del sector como uno de los “top” en el mercado tras años de trabajo e inversión en innovación.
Desde que se constituyó en 2003 el Consejo Regulador de la DOP, este tipo de sidra –menos conocida que la tradicional- ha ido ganando enteros tanto por la selección de variedades de manzanas asturianas reconocidas en el Consejo Regulador, como por su método de elaboración.
Podemos hablar, de este modo, de un producto que mantiene la herencia “de campo”, al que se le han aplicado las últimas innovaciones dentro de las bebidas espumosas elaboradas con carbónico natural (tanto champagnoise o de segunda fermentación en botella, como por el método granvas o de fermentación en depósito).
Una “nueva” sidra espumosa que se diferencia del espumoso tradicional porque su carbónico es natural, lo que le imprime carácter propio, con una burbuja más fina e integrada en el producto que confiere mayor calidad.
En los últimos siete años ha triplicado su presencia en los mercados, con un peso en el canal exportación del 25% en el año 2015. Su posicionamiento se abre camino con más fuerza en la alta restauración y en tiendas especializadas.
Las marcas comerciales amparadas bajo la DOP Sidra de Asturias que producen estas sidras espumosas son: EM, Pomarina, Poma Aurea y Prau Monga que han optado por elaborar sus sidras bajo el tipo “brut nature” o “extra brut”, teniendo unas notas de cata secas que las coloca en un lugar muy diferente para los paladares de los consumidores. Además, la restauración aprovecha este nuevo “sabor de la sidra” que se abre a nuevas posibilidades en el terreno gastronómico.
La Sidra es actualmente un producto de tendencia en mercados como EEUU, Reino Unido, Canadá, Irlanda o México y República Dominicana, entre otros, lo que sitúa a la Sidra de Asturias DOP ante una coyuntura muy favorable para seguir creciendo en ventas y valor.
La DOP cuenta con 23 lagares, 272 cosecheros y 582 hectáreas registradas y auditadas, con 522 parcelas de plantaciones de manzano con 22 variedades autorizadas en el Reglamento de la Denominación de Origen Protegida.
Este Consejo Regulador es un órgano adscrito a la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias, y es el encargado de certificar que una sidra se califique como “Sidra de Asturias” Denominación de Origen Protegida.