RECETA 2.0 - PIZZA CASERA CAPRICHOSA
Tarde de domingo, libro nuevo de cocina: 1 base, 100 pizzas y molde de pizza Pyrex por estrenar. Pues no podía acabar de otra forma que cenando pizza.
Me hubiera gustado hacer la masa casera, pero mirando recetas se me pasó el tiempo, así que utilicé una refrigerada que la verdad estaba bastante bien. Otro día me pongo con la masa casera y os explico cómo se hace y el resultado.
Lo que sí que hice fue la salsa casera de pizza. Sencilla y resultona. Vale la pena hacer una buena cantidad así la puedes usar en cualquier momento.
Y el resultado, una nueva Receta 2.0 de 10: pizza casera caprichosa, porque la hice a mi gusto y antojo. El sabor del parmesano, los piñones, la albahaca y mozarrella fresca me han encantado. Y mis cebollitas de mi huerto hurbano, que recogí la tarde anterior. Y como me ha gustado tanto el resultado, ésta es mi primera pizza pero no va a ser la última!
INGREDIENTES
base refrigerada de pizza
1 cebolleta o cebolla dulce
unas rodajas finas de tomate
3 cortadas de salami
3 cortadas de pechuga de pavo asada
1 bola de mozarella fresca
lascas de parmesano
1 cucharada de piñones
hojas de albahaca fresca
Para la salsa de pizza:
400 gr. de tomate triturado (sirve el de lata)
1 cucharada de concentrado de tomate
1 cebolla picada fina
1 diente de ajo picado
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de orégano (o de albahaca picada)
sal
pimienta negra recién molida
ELABORACIÓN
Hacemos primero la salsa de pizza. Calentamos el aceite en una sartén, añadimos el ajo picado y la cebolla picada y rehogamos unos 6 minutos a fuego suave o hasta que se ablande la cebolla. Añadimos el resto de los ingredientes y salpimentamos. Cocemos unos 10 minutos o hasta que la salsa se reduzca y podamos extenderla sobre la base de la pizza. Dejamos enfriar antes de usarla. El resto, podemos guardarla en un frasco en la nevera una semana, o bien congelarla.
A la hora de hacer la pizza, precalentamos el horno a 220º C calor arriba y abajo.
Mientras se precalienta el horno, extendemos la masa refrigerada sobre un molde (en nuestro caso el molde de mizza Pyrex). Doblamos los bordes de la masa hacia adentro, solo un poco, pellizcando la masa (ésto le da luego un aspecto mucho más rústico).
Extendemos un par de cucharadas de salsa de pizza y la extendemos con el dorso de una cuchara. Ponemos las rodajas de tomate fresco y las salamos un poco (el próximo día le pongo tomates cherry, ese día no tenía...). Sobre las rodajas de tomate podemos unas rodajas o tiras de cebolla, el salami y la pechuga de pavo asada cortada en trozos, todo bien repartido.
Sacamos la bola de mozarella del suero y la secamos bien. La desmenuzamos con las manos y la repartimos sobre los ingredientes anteriores. Y sobre la mozarella, unas lascas de parmesano, tantas como quieras, cuanto más pongas, más intenso será el sabor final. Y unos piñones, bien repartidos. No los tosté antes pero seguro que hubiera sido mejor. Y para terminar, unas hojitas de albahaca. El resto se las pondremos luego al sacar la pizza del horno.
Metemos la pizza en el horno unos 15 minutos o hasta que esté dorada y la base crujiente.
Cuando saques la pizza del horno, añade el resto de hojas de albahaca (con rúcola también está deliciosa), pimienta negra recién molida y un chorrete de aceite de oliva. Yo le pongo uno que tengo con guindillas #puntitopicante que me encanta.
Buen provecho y ya me contaréis si os ha gustado!
El molde es estupendo, tiene buen tamaño, la pizza quedó tostadita por debajo y una maravilla a la hora de limpiarlo.