SALSA DE TOMATE CASERA
La salsa de tomate casera es una de las recetas base de muchos platos: pasta, carne, pescado, pizza, verduras,...
Aunque hay buenas salsas de tomate preparadas en el mercado, prepararla en casa es muy sencillo y no requiere mucho trabajo ni ser un experto. Podrás prepararla a tu gusto, y aromatizarla para preparar distintos platos.
El día que la prepares, es interesante hacer la mayor cantidad posible, dividirla en raciones y congelarla. Puedes guardarla en botes de cristal más o menos grandes, en bolsas con cierres, o en botellas o envases de plástico.
La salsa de tomate que elaboramos es la básica; a partir de ésta, puedes añadir distintos condimentos para tener distintas versiones:
- México: con chiles rojos y cilantro
- Italia: fritura de cebollas, albahaca, sal, aceite, ajo y varias especias.
- Grecia: aromatizada con canela.
- Australia, Nueva Zelanda, India y Gran Bretaña el término salsa de tomate se refiere generalmente al condimento azucarado a base de tomates denominado kétchup.
INGREDIENTES para 1 Kg.
1,5 Kg de tomates maduros tipo pera (o en lata)
1/2 litro de aceite de oliva suave
2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 pizca de sal
1 pizca de pimienta negra
1 pizca de azúcar
ELABORACIÓN
MÉTODO TRADICIONAL:
Picar el ajo y la cebolla menuda y rehogar con un poco de sal en el aceite de oliva caliente, en una sartén o una olla.
Cuando la cebolla esté blandita y transparente, añadir los tomates pelados y picados (con o sin piel, con o sin semillas, no hay problema).
Cocer a fuego medio bajo hasta que se reduzca a una tercera parte.
Poner a punto de sal, pimienta negra y azúcar. Las cantidades al gusto y en función de la acidez del tomate.
Triturar y colar.
ROBOT DE COCINA (Thermomix)
Tritura la cebolla y el ajo pelados, 4 segundos a velocidad 4
Añade el aceite y cocina 8 minutos a temperatura Varoma, velocidad 2
Incorpora los tomates, lavados y en trozos, tritura 4 segundos a velocidad 4
Ajusta de sal, pimienta y azúcar. Programa 20 minutos a 100º, velocidad 2
Tritura 10 segundos velocidad 6
Una vez fría la salsa de tomate, podrás envasarla en raciones y guardarla en la nevera o el congelador.
NOTA: receta apta para celíacos. Si tienes problemas con el azúcar, utiliza tomates muy maduros y no le añadas azúcar. Si tienes problemas con la sal, puedes añadirle una cantidad muy pequeña o bien aromatizarla con albahaca, orégano,... para hacerla más sabrosa.
Cuando vayas a utilizarla, sácala del congelador unas horas antes y deja descongelar a temperatura ambiente o en la nevera.
Calienta en el microondas o en un cazo y aromatiza a tu gusto o según la receta que vayas a preparar.
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