Hacer un buen risotto requiere un poco de técnica, pero es realmente sencillo, y muy sabroso. Cocido de Sopa nos prepara uno con peras y gorgonzola realmente exquisito para la sección LAS RECETAS DE LOS BLOGUEROS.
RISOTTO DE PERAS Y GORGONZOLA
El origen de la elaboración del queso es tan ancestral que se cree que
ya existía antes de que se escribiera nuestra Historia. Pero aún así, se
piensa que fueron los romanos los primeros que se iniciaron en la
técnica de elaboración del queso, y con su avance territorial,
conquistando media Europa, sus costumbres viajaron con ellos y
exportaron su técnica. Luego, cada región aportó su propia técnica de
acuerdo al terreno, al clima, al tipo de ganado, y de ahí que existan
tantos cientos y miles de tipos de quesos diferentes. Hay un proverbio
francés que dice que hay un queso francés para cada día del año. El
queso era un producto desconocido en tierras orientales y en América,
pero la expansión de los grandes imperios europeos llevó hasta aquellas
tierras este y otros tantos ricos productos, de igual forma que a
nuestro continente llegaron delicias de aquellas lejanas tierras.
De entre todos los quesos, uno de los ingredientes estrella de la receta
que os traigo hoy es el queso gorgonzola, un queso italiano cremoso,
azul, que tiene como primo hermano en España al archiconocido queso
cabrales, en Francia al roquefort, en Inglaterra al stilton y en
Dinamarca al queso azul. Todos ellos, seguramente que lo sabéis, se
guardan en cuevas, o en entornos muy húmedos, se elaboran inyectando una
bacteria que coloniza el queso y que le otorga ese aspecto mohoso y un
olor tan peculiar, para muchos hasta desagradable. Todavía recuerdo
cuando de mi primer viaje a Asturias con mis suegros, maldicieron el
momento en el que se les ocurrió comprar queso cabrales. ¡Menudo olor
que dejó en el coche! Tardó meses en desaparecer. Hoy en día aquéllo es
una mera anécdota que nos provoca más de una risa, pero que también nos
permite recordar aquellos gratos días en el principado. Si vais a
Asturias, podéis comprar queso cabrales sin temor a que os ocurra ésto
mismo porque ya se envasan las porciones al vacío.
El queso gorgonzola combina a la perfección con las frutas, con muchas
de ellas, como pueden ser las uvas, los higos, las manzanas, las peras.
Cuanto más dulce sea la fruta, mayor es el contraste, y más gusto da
disfrutar de esta combinación.
Queso gorgonzola y pera son parte integrante de este risotto. En casa es
una combinación que nos apasiona, y éso que ni a mi marido ni a mi hija
les gusta la pera. Sin embargo este plato lo gozan. La receta me la
proporcionó Chelo, mi presentadora de la thermomix, y se la dedico a
ella, por ser tan atenta y cariñosa, por estar pendiente de sus
"clientas", por tener el detalle y la dedicación de mandarnos cada día
una nueva receta. Y también se la dedico a otra Chelo, del blog Cogollos de Agua, porque sé que a le va a gustar esta combinación, como pude adivinar cuando publicó sus buñuelos de pera y queso azul, y antes de que se marchara de vacaciones le advertí que tenía una receta que le iba a gustar, y bueno, aquí la tienes, Chelo.
INGREDIENTES (4p)
una nuez de mantequilla para dorar las peras
1 cebolleta
360 gr de arroz de grano gordo
540 ml de caldo de pollo
50 gr de mantequilla
150 gr de queso gorgonzola
sal
una pizca de nuez moscada
pimienta - la que tengas - recién molida
queso parmesano rallado para servir aparte
Edito: 170 ml. de vino blanco
ELABORACIÓN
Tradicional
- Pon la mantequilla en una cazuela a derretir a fuego medio. Pela la cebolleta y córtala en brunoise (daditos). Viértela en la cazuela y deja que se ablande, removiendo con frecuencia para que no coja color. Puedes añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra para evitar que la mantequilla se queme.
- Sube el fuego. Añade el arroz y rehoga hasta que se ve el corazón del grano de color blanco.
- Incorpora el vino y deja que evapore su alcohol.
- Añade
entonces unos cazos del caldo de pollo y remueve. El caldo siempre se
añade caliente y a medida que el arroz lo va necesitando. Remueve con
frecuencia, especialmente durante
los primeros 10 minutos de cocción para que el arroz desprenda su
almidón y quede una textura espesa propia del risotto. Cuece el arroz
durante unos 20 minutos. Tiene que quedar al dente y con una textura
cremosa.
- Mientras, pela
y pica las peras en daditos y dóralas en una sartén con una nuez de
mantequilla, removiendo con frecuencia para que no se doren en exceso.
Lo principal es conseguir que se ablanden y que cojan un poquito de
color. Retira y reserva. Este paso puedes hacerlo al principio del todo.
- Corta el queso gorgonzola en daditos también, y anádelos a la cazuela una vez que el arroz ha terminado de cocerse. Añade también los daditos de pera y reserva unos cuantos para adornar el plato. Remueve los ingredientes con una cuchara de palo para que el queso se funda con el calor dentro del arroz.
- Servir el risotto en platos individuales, con unos daditos de peras coronándolo y espolvorea queso parmesano rallado al gusto.
Con thermomix 31
- Pela la cebolleta en cuartos y ponla en el vaso para picar durante 5 segundos, velocidad 4. Añade la mantequilla y programa 5 minutos, 100º, velocidad 1.
- Añade el arroz. Rehoga 4 minutos, 100º, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Incorpora el vino y deja que evapore su alcohol durante 4 minutos, 100º, velocidad cuchara, giro a la izquierda.
- Añade el caldo de pollo y cuece el arroz entre 15 y 20 minutos, dependiendo de su dureza , velocidad cuchara, giro a la izquierda. El arroz ha de quedar al dente y con una textura cremosa.
- Mientras, pela y pica las peras en daditos y dóralas en una sartén con una nuez de mantequilla, removiendo con frecuencia para que no se doren en exceso. Lo principal es conseguir que se ablanden y que cojan un poquito de color. Retira y reserva.
- Corta el queso gorgonzola en daditos también, y anádelos al vaso una vez que el arroz ha terminado de cocerse. Añade también los daditos de pera y reserva unos cuantos para adornar el plato. Programa 30 segundos, en velocidad 3, giro a la izquierda, para que se mezcle con el arroz y se funda.
- Servir el risotto en platos individuales, con unos daditos de peras coronándolo y espolvorea queso parmesano rallado al gusto.
Notas
- El auténtico risotto italiano se elabora con un tipo de arroz especial llamado arborio y carnaroli, pero un arroz de grano corto queda igualmente bien.
- Una buena base de risotto necesita mantequilla - nada de aceite -, cebolla o cebolleta, caldo para cocer el arroz, y si no tienes casero, siempre es mejor que eches una pastilla de caldo para hacerlo antes que puramente agua, y tener paciencia para remover y remover constantemente. La función de remover es la que hace que el arroz desprenda su almidón, y el hecho de que el caldo se añada a poquitos hace que ese almidón que se va desprendiendo, al mismo tiempo se adhiera a los ingredientes y se consiga esa textura cremosa o mantecosa.
- Partiendo de esta base, puedes hacer un risotto con cualquier ingrediente, el que más te guste.
Si quieres ver mi otro risotto, el de setas, pincha aquí.
Lo que os cuento sobre el queso lo leí aquí.